martes, 26 de mayo de 2009

POLVAREDA

Cargada de imágenes perturbadoras hallome el atardecer
Mientras el viento cual fanático insaciable de la mano con las espadas haciame lento el andar,
El Por qué, retumbaba en mi mente, y el sonido de la bocina de un auto logro arrancarme de aquellos brazos, un extrañó me extendió la mano.
Siento que ando desnudo por el laberinto, las ramas tratan en vano de hacerse de mi.
El Por qué, nuevamente me eleva, trato de crear en mi mente una margarita, un rayo la destruye, una sonrisa y el viento la disipa, quién eres, he sentido tu presencia tras mis pasos desde que obnubilado pude al fin cruzar el puente mientras aquellos indescriptibles olores me hacían conocer todos los colores y a cada paso destruían sin mucho trabajo mi cuerpo y aquella voz encantadora susurraba en mis oídos, presa de mis pasiones sin duda, empero una chispa de razón iluminome, dónde estoy, la pasión teniame eclipsado, recordé tu mirada atada en el cielo y una brisa de rio me empujo hacia mi destino.
Toma mi mano pues extraño que en algo he de servirte, que el hambriento no eres tú, deja que sobre mis hombros lograras hacerte de la otra orilla, no olvides de echarte encima tus maletas pues yo ando ligero.
El corazón pesado lo siento cual imán atraído por la nada, el golpe de mi tripulación me recuerda que no ando solo, que favores esos que incompletos son al tiempo que la playa besaba mis pies, tenednos aquí tú belleza indomable que en ti estamos a buen recaudo sin embargo el brillo parece a sus ojos lo mas agradable y tu tenebrosa.